Ante la inquietud manifestada por habitantes del norte de la provincia de Corrientes respecto de la aparición de cantidades inusuales de peces muertos en el Río Paraná, pusimos en marcha un programa de trabajo para determinar las causas de ese fenómeno.
Luego de realizar los análisis de laboratorio correspondientes, que arrojaron la presencia de concentraciones alarmantes de compuestos orgánicos clorados y fosforados, se concluyó que el origen de esta contaminación se debía a que muchos agricultores de la región, tanto en Argentina como en Paraguay, no cumplían con las normas necesarias para descartar los envases de agroquímicos, ya sea porque eran lavados en el río o porque, directamente, se arrojaban allí los envases vacíos. El hecho fue puesto en conocimiento de las autoridades locales de ambas márgenes y se los instó a tomar las medidas pertinentes para evitar que se continuara con esta práctica.